AUTOESTIMA E IMAGEN CORPORAL              Los factores que influyen para que una persona se convierta en adicto a la comida, son múltiples. Si bien es cierto, que la cantidad de estos factores, depende de las situaciones de riesgo a las que están expuestas las personas con adicción a la comida, ni que todos influyen de la misma manera, – su impacto puede variar en cada persona-.

              Sin embargo, una variable  que influye de forma decisiva en la adicción  a la comida, es la baja autoestima y la pobre imagen corporal que padecen estas personas y, que les predisponen a desarrolar esta adicción.

               Estas personas no se valoran a si mismas, y consideran que tampoco son incapaces de gustar a los demás y, que los demás se fijen en ellas, tanto en sus aspectos emocionales, como físicos. Ello les lleva, a que descubran que comiendo desaparece la insatisfacción que experimentan en relación a su persona e imagen corporal. La comida se convierte, de esta forma, en uno de las pocos placeres  que experimentan y que les hacen sentir bien. Sin embargo, la comida, al final, acaba siendo una necesidad y, ya no comen porque experimenten sensaciones agradables,  sino porque necesitan calmar su ansiedad y  son incapaces de controlarse. Pensemos que, inicialmente, comían porque no se sentían bien con ellos mismos y su cuerpo, y, como ingieren,  cada vez cantidades más grandes de alimentos y con más frecuencia, ganan peso, se mueven menos… y, ello hace que su baja autoestima y descontento con su cuerpo, se vean más dañados y precisen de un tratamiento psicológico especializado para solucionar tanto la adicción a la comida, como los problemas que han favorecido la aparición de esta conducta adictiva.

Consuelo Tomás Benlloch. Responsable y Psicólga del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas.