Ludopatía y problemas de pareja

         La ludopatía o adicción al juego es un problema de creciente actualidad. Pensemos en la fácil accesibilidad  al mundo del juego junto con la gran proliferación y publicidad de los diferentes juegos de azar (máquinas tragaperras y de apuestas deportivas en bares, minicasinos en cualquier barrio… o todo tipo de juegos on line desde nuestros dispositivos móviles) Todo ello, implica que cada vez el número de personas enganchadas al juego va en aumento y, por consiguiente, los problemas derivados de la ludopatía generan graves problemas en las diferentes áreas (personal, familiar, laboral, económica etc) de la persona atrapada en el juego. En este sentido, la ludopatía y problemas de pareja son inherentes.

            La ludopatía, como con cualquier otra adicción, hace que la persona que la padece niegue, oculte o mienta a su entorno más cercano, siendo la pareja uno de los miembros de la familia que más sufre dicha situación. En primer lugar, porque desconoce la existencia del problema porque las personas con problemas de ludopatía juegan a escondidas, infravaloran las pérdidas y esconden las deudas o préstamos contraídos por el juego. Por otra parte, aunque la pareja intuya o descubra que su cónyuge tiene problema con la ludopatía, su compañero/a niega que padezca este problema con excusas o autoengaños de diferente tipo («juego lo normal» , «a ver si es que no puedo jugar», «estás exagerando», «tengo el juego controlado», «el juego me entretiene y es una forma de divertirme»…). En cualquier caso, el negar y enmascarar los problemas que se tienen con el juego genera problemas de pareja.

         Entre los diferentes problemas de pareja ocasionados con el juego, vamos a enumerar algunos de ellos:

• Mentiras:  decir que está en el trabajo cuando se está jugando, decir que no se ha cobrado el salario todavía, que una reparación del coche o de la casa cuesta el doble o el triple, que se ha dejado dinero a algún amigo…
• Cambios de humor que la pareja no comprende. El jugador/a llega tarde a casa,  su rendimiento laboral se resiente, tiene deudas, está ocultando a su familia que juega… Situaciones que directamente están afectando a su estado anímico, pudiendo sentirse triste, irritado, ansioso…sin que su pareja entienda qué le está pasando
• Contraer deudas, préstamos, hipotecas sin hacer participe a la pareja. En este caso, si la pareja está en régimen de gananciales se tiene que hacer cargo del 50% de las deudas contraídas por su cónyuge. En ocasiones, la pareja ha firmado documentos como hipoteca de la casa , engañada por su compañero/a haciéndole creer que firmaba otras cosas.
• Pedir dinero a amigos o familiares utilizando cualquier excusa para que el den presten dinero, a escondidas de la pareja.
• Problemas económicos porque el dinero se lo gasta en el juego y ello impide poder salir a cenar, irse de viaje…tanto, antes de que se descubra la ludopatía como, una vez ya ha salido a la luz el problema de la ludopatía.
• La pareja cree haber sido traicionada y se produce una falta de confianza extrema, dando lugar a discusiones frecuentes que pueden llevar a la ruptura de la pareja.
• Todo ello repercute en las relaciones sexuales: tanto por parte de la persona que juega como por parte de sus comparñero/a, las relaciones sexuales se ven dañadas. Pensemos que el jugador llega cabreado cuando llega a casa por haber perdido dinero,  haber contraído deudas…y  su libido puede disminuir porque está preocupado en cómo obtener dinero o cómo se lo va a tomar su pareja cuando descubra todo lo que ha sido capaz de hacer por jugar. Por otra parte, la pareja, tanto si no es conocedora del problema de ludopatía como cuando se descubre, vive la tensión y cambios de humor en su pareja, no entiende lo que pasa…y cuando salta a la luz, se siente engañad0/a y decepcionad0/a…y emocionalmente su cabeza es un torbellino y necesita tiempo para entender y decidir qué  quiere hacer con la persona con la que ha estado compartiendo su vida y que ahora ya no reconoce
• Falta de atención e interés en las tareas domésticas, laborales..
• Maltrato físico y/o psíquico: El estado de tensión permanente en el que vive el jugador/a hace que tenga los nervios de «punta» dando lugar a discusiones con la pareja. Si la pareja  intenta aclarar qué  está pasando,  se le tacha de loco/a,  se le insulta, se le pide que le dejen en paz…y, en grados muy extremos, se pueden llegar a la violencia. Por otra parte, cuando la pareja conoce la situación, puede emplear insultos o conductas violentas hacia la persona con problemas de ludopatía, más frecuentes si es la mujer la que juega.

        La ludopatía es un problema muy grave que interfiere negativamente no solo en la persona que la padece, sino en la relación de pareja. Por ello, es importante que la pareja también forme parte del tratamiento para poder llegar a entender qué es la ludopatía y fomentar actitudes que ayuden tanto a la pareja como a la persona afectada de ludopatía.

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