Son aquellas adicciones en las que una persona establece una relación de dependencia y pérdida de control con determinadas conductas (compras, trabajo, sexo, comer…) o el uso de determinados aparatos tecnológicos (Internet, móvil…) etc, a pesar de los problemas y conflictos que surgen, junto con una pérdida de interés en otras actividades e inquietudes de su vida.

Al igual que con el resto de adicciones, encontramos que se caracterizan por un:

Fenómeno de tolerancia: Inicialmente, se utiliza el juego, compras, deporte, uso de Internet, móvil…como una forma de pasar el rato, de distraerse, comunicarse con otras personas…En otros casos, pueden utilizarse como una forma de evitar determinados estados emocionales negativos (aburrimiento, ansiedad, depresión)… Con el paso del tiempo, esta conducta no se puede parar ni controlar aumentando la cantidad de tiempo y/o dinero que se invierte. Todo ello da lugar a la aparición de múltiples problemas familiares, económicos, de rendimiento laboral o escolar, etc.

Síndrome de abstinencia: Es un estado emocional negativo (ansiedad, excitación, etc.) y/o efectos físicos que aparecen cuando a la persona se le interrumpe o no puede realizar dichas conductas (hablar por el móvil, conectarse a Internet, comer, comprar…) o es interrumpido mientras está inmerso en ellas. Es lo que comúnmente conocemos como “mono”.

En definitiva, las personas con adicciones no tóxicas o comportamentales.

  • Experimentan pérdida de control
  • Tienen una dependencia psicológica.
  • Continúan su actividad pese la consecuencias negativas
  • Cada vez invierten más tiempo o dinero en estas actividades (ludopatía, adicción al móvil, al sexo, compras compulsivas, etc)
  • Pueden padecer un síndrome de abstinencia.
  • Pierden el interés por otras actividades satisfactorias en su vida.
  • Aparecen conflictos y problemas con ellos mismos y su entorno (familia, trabajo, escuela, gastos, tiempo de ocio…)