Cada vez utilizamos, más a menudo, diferentes dispositivos (móviles, tablets, ordenadores, etc.) que nos facilitan nuestro trabajo, estudios o todo tipo de gestiones (compras, concertar citas, buscar información, etc.). Sin embargo, las Nuevas Tecnologías, si bien es cierto, que nos simplifican nuestros menesteres, el uso que algunas personas hacen de ellas, se convierte en un problema adictivo.
Las adicciones a las Nuevas Tecnologías tiene una doble vertiente:
1. Adicciones que ya presenta la persona y, que a través de los distintos dispositivos tecnólógicos, le acercan y favorecen que pueda llevar a cabo las conductas a las que ya estaba enganchado. Ejemplo de estas adicciones, son las siguientes:
– Personas que tienen problemas con la ludopatía y encuentran que sin salir de casa y con el anonimato que ello representa, pueden realizar apuestas on line en casinos, bingos, pocker, apuestas deportivas… a través de la Red.
– Personas que han desarrollado un problema con las compras y que agravan más la adicción al consumo, adquiriendo productos en páginas que ofrecen todo tipo de artículos (ropa, complementos, informática, etc.)
– Personas adictas al sexo que utilizan la descarga de páginas de contenido pornográfico o que contactan con otros/as para mantener relaciones sexuales a través de la Red (cibersexo)
– Personas que están enganchadas a videojuegos y se conectan con otros contrincantes para llevar a cabo sus partidas.
2. Personas que no tenían ninguna conducta adictiva y, que a raíz de utilizar las Nuevas Tecnologías, se quedan enganchadas y acaban desarrollando diferentes adicciones: adicción a las Redes Sociales (facebook, twitter…), Adicción a WhatsApps, etc.
Tanto en el primer caso, como en el segundo las personas tienen una conducta dependiente que escapa a su control y, que precisa de un tratamiento psicológico especializado.
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