Las habilidades de comunicación son un recurso  importantísimo  que nos  facilitan relacionarnos  y comunicarnos de forma eficaz en multitud de contextos: con nuestra pareja o familiares, con los compañeros de estudios o trabajo, nos ayudan a iniciar y mantener conversaciones con desconocidos sin que nos genere ansiedad, nos permiten aportar nuestro punto de vista respetando el de los demás y consiguiendo que los demás respeten el nuestro, nos ayudan a exponer abiertamente nuestras necesidades, etc. En el caso de las adicciones, más en concreto, de las adicciones no tóxicas (adicción al juego o ludopatía, adicción a las compras, adicción a la comida, adicción a las nuevas teconologías…) las habilidades de comunicación cobran especial relevancia. La importancia de las habilidades sociales y de comunicación en el tratamiento de las adicciones es fundamental tanto,  por ser un factor predisponente en el origen de las conductas adictivas como, consecuencia de los problemas de comunicación derivados de un déficit de habilidades sociales.

           Si nos referimos a las habilidades de comunicación como un factor predisponente que puede contribuir, entre otros factores, al  origen de una conducta adictiva, entendemos que si una persona no sabe expresar adecuadamente sus sentimientos, no  se atreve a dejar claras sus necesidades, le cuesta ponerse en el  lugar del otro, no se respeta a si mismo ni a los demás,  necesita que prevalezca siempre su punto de vista, etc. , surgen problemas que afectan a la autoestima y relación  con los demás. En este caso, si una persona tiene falta o inadecuación de habilidades en la comunicación puede sentirse ansiosa, insegura, irritable, incomprendida…  y puede llegar a utilizar las conductas adictivas (adicción a la comida, adicción al deporte, adicción al tarot…) como una forma de escapar o aliviar los estados emocionales negativos. Ahora bien, si una persona desarrolla una conducta dependiente que escapa a su control para evitar esos estados emocionales negativos derivados de su falta o inapropiadas habilidades sociales, los problemas no han hecho nada más que empezar. Es fácil entender que, al déficit de habilidades de comunicación, se sumarán todos los problemas originados por las adicciones.

         Si nos referimos a las habilidades de comunicación como  área afectada a consecuencia de un trastorno adictivo, nos centramos en los graves problemas de comunicación y de relación social entre la persona que padece la adicción y sus allegados. A continuación, vamos a desarrollar algunos puntos a tener en cuenta en este sentido:

          Las personas con problemas adictivos, normalmente tienden a negar el problema o infravalorar sus efectos.  Por este motivo, en lugar de solicitar ayuda a sus familiares,  refutan, mienten, se niegan a hablar del tema…, puede que incluso,  de malas maneras. Por este motivo, no utilizan adecuadamente sus habilidades en la comunicación  convirtiéndose las mentiras, contradicciones, insultos…en la base de sus problemas con los demás.

        Asimismo, debido a la vergüenza o culpabilidad que pueden sentir, no se atreven a comunicar su situación (deudas, problemas laborales o académicos, pérdida o cambio de amistades…). De esta forma, dejan de utilizar habilidades de comunicación adecuadas de las que disponían por temor al rechazo o falta de comprensión de sus familiares.

           Otro aspecto a tener en cuenta, es que debido a los problemas adictivos la persona deja de relacionarse con las personas de su entorno y deja de realizar actividades que antes sí que le satisfacían porque la conducta adictiva se convierte en el eje central de la vida de estas personas. Por ello, dejan de lado la comunicación con los demás,  porque prefieren estar comiendo, jugando, conectándose a Internet…que desplegando su habilidades de relación con familiares y amigos.

        En el caso de los familiares, también las habilidades de comunicación pueden dejar de ser apropiadas porque les resulta muy difícil entender porque su familiar no puede dejar de apostar, de comprar compulsivamente,  de estar pendientes del móvil, etc.  y se generan conflictos siendo la incredulidad,  discusiones,  subidas de tono… el día a día de, reduciendo las posibilidades de comunicarse  adecuadamente para solucionar conjuntamente los problemas. Es común que la familia crea que si se le quisiera, su pareja, hermano, hijo…dejarían de realizar las conductas adictivas entrando en un dinámica de reproches que, en nada, contribuye a mejorar la situación.

      Por todo lo expuesto, la importancia de las habilidades de comunicación en el tratamiento de las adicciones, ya sean causa o consecuencia, en la persona afectada o en sus allegados,  hace que sea indispensable su abordaje terapéutico. De esta forma, se dotará a la persona afectada por una conducta adictiva y a sus familiares de habilidades sociales y de comunicación que favorecerán el progreso en en tratamiento y prevención de recáidas.

Consuelo Tomás – Instituto Valenciano de ludopatía y adicciones no tóxicas – ludopatía – adicciones – adicciones no tóxicas – tratamiento de las adicciones – tratamiento adicciones Valencia – habilidades sociales – habilidades de comunicación -adicción a la comida – compras compulsivas – adicción  a las nuevas tecnologías – adicción al tarot…-adiccionesvalencia.es