ADICCIÓN A LA COMIDA. FOTO CONSUELO TOMÁS 14-06-2014               Comer, como otras actividades, es necesario para nuestro desarrollo físico y mental. Sin embargo, hay personas que no pueden parar de comer. En estos casos, estamos hablando de problemas psicológicos graves, que pertenecen al ámbito de los trastornos alimentarios y, que comparten rasgos típicos de las adicciones.

Las personas con adicción  a la comida y  atracones a la comida, son incapaces de controlar la cantidad de alimentos que ingieren, aunque pongan en peligro su salud (obesidad, hipertensión, colesterol, problemas de movilidad…). Otro tipo de problemas que acompañan a estos trastornos, tienen que ver con aspectos emocionales, que influyen tanto en el origen, como en el mantenimiento de la adicción a la comida y trastorno por atracones. Estas personas, inicialmente, utilizan la comida para evitar sentirse tristes, nerviosos, insatifechos, etc., pero, lejos de conseguir sentirse bien,  aumentan sus estados emocionales negativos. La culpabilidad y remordimientos trás haber perdido el control de lo que comen, es uno de los denominadores comunes en la adicción a la comida o llos atracones. Todo ello, hace que cada vez experimenten más altibajos emocionales.

Es necesario que estas personas, no se avergüencen de su problema con la comida, lo comuniquen a sus familiares y/o busquen un tratamiento psicológico especializado. Tratamiento que les ayudará a controlar el impulso a comer de forma desmesurada y trabajar con los factores que, directa o indirectamente, están influyendo en la adicción a la comida o atracones, adaptándose a las necesidades de cada persona.

 

  • Consuelo Tomás Benlloch. Psicóloga y Responsable del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas.