Muchas personas están «enganchadas» a todo tipo de procedimientos e intervenciones de estética. Sin embargo, pocas veces se habla de la adicción a los tratamientos de estética.
El culto a la imagen y a la juventud se han convertido en nuestra sociedad en un valor y, desgraciadamente, en nuestra carta de presentación. Es más, es común leer en ofertas de trabajo que se requiere buena presencia, que se confunde ser atractivo/a o tener un buen tipo.
Por otra parte, la propia autoestima y valoración de uno mismo, se supedita únicamente al aspecto físico. Cuántas personas solo se sienten bien si están delgadas, sin flacidez, sin una nariz prominente, sin bolsas en los ojos o párpados…o, en el caso de las mujeres, en la talla de su pecho.
Tanto los factores personales como socio-ambientales predisponen a que haya personas que acaban generando una adicción a lo tratamientos de estética. Si observamos que nosotros mismos o algún allegado, cada vez invierte más tiempo y dinero en todo tipo de tratamientos estéticos, nunca acabas de sentirse bien pese a someterte a procedimientos para «mejorar» su imagen, consideras que nunca es suficiente e, incluso llegas a arriesgar tu propia salud y se generan problemas económicos, con familiares, etc. es probable que hayas entrado en un círculo vicioso y hayas desarrollado una conducta adictiva.
Consuelo Tomás. Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas. Adiccionesvalencia. Tratamiento de las adicciones
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