Hay determinadas conductas que pueden convertirse en adicitvas, las llamadas adiciones no tóxicas o comportamentales. Comer, practicar deporte, mantener relaciones personales, utilizar nuestros dispositivos móviles… son actividades que realizamos a lo largo del día y nos facilitan nuestro trabajo y la comunicación con nuestro entorno. Sin embargo en algunos casos, estas actividades pueden convertirse en adicciones porque escapan al control de las personas que las realizan.
A pesar de que las adicciones no tóxicas generan graves problemas, la mayor parte de la Sociedad no las considera como verdaderas adicciones. Creencia errónea, que dificulta la detección precoz y búsqueda de los tratamientos psicológicos especializados que ayuden a las personas que padecen una o varias adicciones no tóxicas, también llamadas comportamentales.
Como en el resto de drogodependencias, las adicciones no tóxicas, se caracterizan, entre otros, por la aparición de dos aspectos:
Fenómeno de tolerancia: Inicialmente, se utiliza el juego, compras, deporte, uso de Internet, móvil…como una forma de pasar el rato, de distraerse, comunicarse con otras personas…En otros casos, pueden utilizarse como una forma de evitar determinados estados emocionales negativos (aburrimiento, ansiedad, depresión, insatisfacción)… Con el paso del tiempo, esta conducta no se puede parar ni controlar aumentando la cantidad de tiempo y/o dinero que se invierte. Todo ello da lugar a la aparición de múltiples problemas familiares, económicos, de rendimiento laboral o escolar, etc.
Síndrome de abstinencia: Es un estado emocional negativo (ansiedad, excitación, etc.) y/o efectos físicos que aparecen cuando a la persona se le interrumpe o no puede realizar dichas conductas (hablar por el móvil, conectarse a Internet, comer, comprar…) o es interrumpido mientras está inmerso en ellas. Es lo que comúnmente conocemos como “mono”.
En definitiva, las personas con adicciones no tóxicas o comportamentales, experimentan una pérdida de control – no pueden parar de comer, conectarse a Internet, utilizar videojuegos… -y , cuando no pueden realizarlas, no pueden parar de pensar en ellas, lo que les dificulta concentrarse en los estudios o trabajo y poder disfrutar de otras actividades (quedar con amigos, ir al cine, leer, pasear…). Por ello, se genera una dependencia psicólogica, invirtiendo cada vez, más tiempo y dinero para poder apostar, practicar deporte, mantener relaciones sexuales, etc. El no poder controlar esas conductas, hace que aparezcan todo tipo conflictos y problemas (familiares, económicos, personales, etc.)
Consuelo Tomás Benlloch. Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas. Tratamientos de la Ludopatía, Tratamiento de la adicción a la comida, adicción al móvil, adicción al sexo, compras compulsivas…
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