Comer sano es importante para gozar de buena salud y poder funcionar adecuadamente a lo largo del día. Sin embargo, comer sano se convierte en un problema para algunas personas, desarrollando un problema psicológico: la ortorexia.
Cuando comer sano se convierte en un problema, las personas que lo padecen pasan gran cantidad de tiempo planificando sus dietas, lo que les lleva a gastarse, cada vez, más dinero, en la compra de alimentos que consideran «saludables».
La comida sana se convierte en una obsesión que impide que las personas con ortorexia puedan comer alimentos que tengan conservantes, grasas, etc., llegando incluso a ser incapaces de comer alimentos que se hayan preparado en recipientes que ellos no consideran adecuados. El problema de ortorexia les impide comer fuera de casa ya sea, en restaurantes, o en casa de amigos y familiares porque únicamente pueden comer los alimentos. que ellos consideran sanos y que están preparados con determinados ingredientes y utensilios. De este modo, la comida se convierte en el eje de sus vidas, aunque tengan que planificar sus dietas con antelación y renunciar a comer otros tipos de alimentos, haciendo que sus comidas sean previsibles porque consideran que el valor nutritivo de una comida es más importante que el placer que les pueda aportar.
Cuando la necesidad por comer de forma saludable, se convierte en el problema de la ortorexia, la autoestima de estas personas depende exclusivamente de realizar dietas estrictas, en las que no pueden comer ni un solo día, alimentos «prohibidos» (bollería, carne…).
La ortorexia es un problema psicológico que precisa de técnicas psicológicas especializadas para volver a comer alimentos que enriquezcan y complementen la dieta y permitan comer lo que preparan nuestros amigos, familiares y cocineros.
Consuelo Tomás Benlloch.
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