El sexo nos proporciona placer y satisfacción y nos ayuda a liberar tensiones favoreciendo nuestra salud, tanto a nivel físico como emocional. Sin embargo el sexo puede convertirse un problema si somos incapaces de controlar nuestra conducta sexual y desarrollamos una adicción al sexo que nos «engancha» y nos «atrapa», teniendo la necesidad de aumentar la cantidad del tiempo y formas para tener relaciones sexuales.
Cuando el sexo nos atrapa, no podemos controlar el impulso a mantener relaciones sexuales y nuestra vida sexual escapa a nuestro control. Si somos adictos al sexo, no podemos evitar o detener los pensamientos relacionados con la actividad sexual y nos sentimos abocados a mantener prácticas sexuales, independientemente del riesgo que conlleven.
La persona enganchada al sexo entra en una espiral de autodestrucción en todos los ámbitos de su vida:
- FÍSICAS: heridas, laceraciones, enfermedades de transmisión sexual…
- PSICOLÓGICAS: Sentimientos de culpa y vergüenza, baja autoestima…
- DE PAREJA: mentiras, discusiones, incitar a la pareja a prácticas sexuales que no quiere, separación, contagio de enfermedades de transmisión sexual….
- FAMILIARES: Discusiones y conflictos, mentiras, menor atención a los hijos u otros familiares
- SOCIALES: Reducción de contactos sociales o cambio de amistades que satisfagan y compartan sus prácticas sexuales. Pérdida de la reputación
- LABORALES: Falta de concentración y atención. Pérdida de empleo
- OCIO Y TIEMPO LIBRE: Se dejan de realizar otras actividades que antes sí eran satisfactorias.
- ECÓNOMICAS: Dinero gastado en material pornográfico, en citas…menor tiempo dedicado al trabajo.
- LEGALES: abusos, acoso…
En definitiva, la adicción al sexo hace que las personas que están «enganchadas» se sientan irritables y que, aumente su tensión y ansiedad, si no se pueden realizar sus conductas sexuales. Todo ello, acompañado de cambios severos de humor relacionados con su actividad sexual (p. ej. depresión y/o euforia), acarreando graves consecuencias en sus relaciones interpersonales, médicas, legales, etc.
Cuando el sexo nos engancha es fundamental reconocer el problema y que no tiene nada que ver con ser un vicioso o pervertido. La adicción al sexo es una conducta adictiva y, como tal, precisa de un tratamiento psicológico especializado para ayudar tanto a la persona afectada como a su entorno familiar.
Consuelo Tomás – Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas – Adicción al sexo -Tratamiento de la adicción al sexo – Adicciones Valencia – Tratamiento de las adicciones.
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