La obsesión por el perfeccionismo se convierte en muchas personas en un grave problema porque, lejos de lo que pueda parecer, el perfeccionismo se asocia frecuente con estados emocionales negativos como la insatisfacción, frustración, ansiedad…
Es cierto que no nos podemos permitir ser mediocres en los diferentes ámbitos de nuestra vida (estudios, trabajo, relaciones, imagen corporal, etc) pero si somos demasiado exigentes con nosotros mismos y con los demás generamos problemas en nuestra salud física, emocional y con nuestro entorno.
Las consecuencias más comunes derivadas de la obsesión por el perfeccionismo, son las siguientes:
– Bloqueos por el miedo a no estar a la altura de las circunstancias.
– Conflictos con las personas de nuestro alrededor porque siempre les demandamos que hagan las cosas con un alto nivel de perfeccionismo, tal y como nosotros queremos.
– Insatisfacción permanente con nosotros mismos porque «nunca es suficiente». Siempre queremos más y nunca acabamos de sentirnos orgullosos con nuestro trabajo y forma de vida
– Problemas de sueño, alimentación…porque dedicamos demasiado tiempo a que todo salga perfecto, aunque nos quitemos horas de sueño o dejemos de comer o lo hagamos rápido para conseguir que lo que nos proponemos, salga impecable
– Expectativas altas que hacen que nos desgastemos porque nos exigimos tanto que, en algunas ocasiones, no logramos cumplir. Aún en el caso de haberlas logrado, la ansiedad se convierte en la tónica general de las personas con obsesión por el perfeccionismo
– Repetir continuamente las cosas para conseguir el grado de perfeccionismo deseado, quitando tiempo a nuestros familiares o allegados, a nuestro tiempo de ocio…
– Obsesiones : dar vueltas a la cabeza de forma continua a la idea de que no nos podemos permitir ningún pequeño fallo, y si se produjera, sería una gran desgracia y lo viviríamos con mucha angustia.
– Rigidez en el pensamiento porque la obsesión por el perfeccionismo, hace que seamos excesivamente críticos con nosotros mismo y los demás.
– Pensamiento dicotómico: o las cosas salen bien o todo es un fracaso. Estas personas perciben su realidad como «blanca» o «negra» , sin dar lugar a ningún tipo de matiz (ver los grises).
La obsesión por el perfeccionismo en las adicciones, más en concreto, si hablamos de adicciones no tóxicas como la ludopatía, la adicción a la comida, la adicción a las compras, la adicción al deporte… las personas que las padecen presentan rasgos de rigidez y perfeccionismo que contribuyen al origen y mantenimiento de estas conductas adictivas. El querer tener siempre la razón y pensar que se va a ganar, comer de forma compulsivas, sentirse bien si se vista de forma impecable o cara, querer tener un cuerpo 10 y estar en forma…son algunos de los ejemplos en los que se puede apreciar la rigidez y obsesión por el perfeccionismo. La obsesión por el perfeccionismo genera estados ansiedad, frustración, irritabilidad, insatisfacción …que la persona intenta aliviar llevando a cabo las conductas que se convierten en problemas fuera de control provocando una dependencia o adicción.
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