La familia se encuentra muy alterada y confundida cuando uno de sus miembros sufre un problema de ludopatía o adicción al juego. Es muy difícil ver cómo un un ser querido se está destruyendo a la vez que está rompiendo el núcleo familiar por problemas con los juegos de azar.
La ludopatía o juego patológico es un problema muy complejo, y para poder intervenir sobre él y ayudar a todos los miembros de la familia y al propio jugador, se necesita la coordinación eficaz entre las necesidades que presenta la familia y el tratamiento psicológico especializado en ludopatía.
La amenaza no es un buen recurso («me voy separar si no dejas el juego», «te vas a quedar sólo», etc) porque en muchas ocasiones esas amenzas no se llevan a cabo por lo que el jugador se acostumbra a oírlas y no tomárselas en serio. Es importante, aunque a la familia le cueste, pensar y actuar serenamente.
Cualquier frase o gesto que ponga de manifiesto su desconfianza no va a ayudar para que la persona adicta al juego recapacite, sino que facilita que se reaccione a la defensiva. Las personas con adicción al juego son muy susceptibles y están en permanente inadaptación e incómodos consigo mismos. Es preciso que la personas con ludopatía perciban el afecto y comprensión de la familia para poder solucionar adecuadamente el problema.
Si necesita más información o quiere preguntarnos alguna duda, puede ponerse en contacto con el Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas. (tel.: 963 941 587). Le atenderemos personalmente.
Consuelo Tomás Benlloch. Responsable y Psicológa del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas.
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