La ludopatía es un trastorno adictivo, en el que las personas que lo padecen, no pueden controlar su impulso a jugar, invirtiendo cada vez más tiempo y dinero en los juegos de azar (máquinas tragaperras, bingos, casinos presenciales y on line, apuestas deportivas, etc.).
Sin embargo, pese a que cada vez a un número mayor de personas son adictos al juego, la familia descubre esta situación cuando ya ha pasado mucho tiempo -años- desde que su allegado empezó a tener problemas con el juego. El motivo por el que la familia no ha podido detectar precozmente el problema del juego patológico o ludopatía, se debe a que los jugadores mienten y ocultan dicha información.
Es habitual que los jugadores crean, que si continúan jugando, podrán tener suerte y ganar para poder recuperar el dinero perdido y, que su familia no se entere de que están jugando y del dinero gastado sin el conocimiento de su pareja, hijos…Por ello, los jugadores patológicos mienten a su entorno, utilizando todo tipo de embustes: decir que no han cobrado todavía la nómina; que les están pagando menos; que han dejado dinero a un amigo; que una reparación, por ejemplo del coche, ha costado más dinero del que realmente se ha pagado por ella; que llega tarde del trabajo porque su jefe le ha dicho que se quedara cuando lo que estaba haciendo, era jugar; pedir dinero prestado, sin decir que es para jugar o porque el dinero necesario para otros gastos, se los ha jugado, etc.
Como podemos observar, son mentiras de todo tipo, que cuando se descubren, lastran por completo la confianza de la familia y/o pareja. Motivo que hace que cuando llevamos a cabo un tratamiento especializado para solucionar la ludopatía, sea necesario intervenir terapeúticamente en la dínamica familiar y/o de pareja.
- Consuelo Tomás Benlloch. Psicóloga y Responsable del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas.
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