Es indudable que, en la medida que la sociedad se va transformando, las nuevas tecnologías están teniendo cada vez más protagonismo en nuestras vidas. Las nuevas tecnologías nos facilitan nuestro trabajo en las empresas, estar conectados en cualquier momento con nuestros familiares…y, como no podía ser menos, el aprendizaje en las aulas. Sin embargo, la implantación de las nuevas tecnologías, pese a aportar ventajas en el proceso de aprendizaje de los alumnos, también ha favorecido la aparición de problemas de la utilización de las nuevas tecnologías en el aula.
Si bien es cierto que vivimos en un mundo tecnológico y los jóvenes «nacen con la nuevas tecnologías debajo del brazo» y que su utilización favorece otras formas de comunicación y de enseñanza, a nuestra consulta está aumentando el número de niños y adolescentes con problemas relacionados con la aplicación de las nuevas tecnología en los centros educativos.
Acaba de empezar el nuevo curso escolar y padres junto con los profesores van a emprender una de las aventuras más importantes para cualquier niño o adolescentes: APRENDER, DESCUBRIR, COMPARTIR, RESPETAR… El trabajo de los profesores en colaboración directa con la familia es uno de los trabajos más importantes en nuestra sociedad y no siempre se valora en su justa medida. Pensemos que ya de muy pequeñitos nuestros hijos pasan la mayor parte de su vida en el entorno educativo con profesores que les enseñan no solo conocimientos, sino también valores.
Se entiende que las nuevas tecnologías (TICs) son el conjunto de tecnologías que permiten el acceso, producción, tratamiento y comunicación de información presentada en diferentes códigos (texto, imagen, sonido,…). En este sentido, es evidente que los centros educativos no pueden dar la espalda a las nuevas tecnologías y ya son muchos los centros de enseñanza que, en diferentes países del mundo, cuentan con ellas, favoreciendo la información y comunicación en sociedades cada vez más digitalizadas.
Entre las ventajas que aporta trabajar con las nuevas tecnologías en el proceso de la enseñanza encontramos las siguientes, desde servir de apoyo a las explicaciones de los profesores, enseñar a los alumnos cómo utilizar las nuevas tecnologías a la utilización de programas educativos haciéndolos más atractivos y motivadores utilizando las nuevas las nuevas tecnologías como un recurso que facilite un aprendizaje activo que favorezca la capacidad del alumno para tomar decisiones, elaborar la información, etc. tanto en grupos como a nivel individuales, sin olvidar su importancia a la hora de informar y establecer comunicación con los padres de forma rápida , e incluso, diaria. Ejemplos de recursos de las nuevas tecnologías en el aula son: la pizarra electrónica, ordenadores, Tablets o Ipads, DVDs, periódicos y revistas digitales…
Sin embargo, la utilización de las nuevas tecnologías no está exenta de problemas porque se ha llevado su implantación sin ningún tipo de reflexión para poder prevenir posibles efectos negativos.
Lo primero que nos llama la atención es que muchos padres desconocen cómo utilizar las nuevas tecnologías y los contenidos a los que sus hijos pueden acceder sin establecer ningún tipo de supervisión o control parental que son indispensables.
Asimismo, existe controversia porque las nuevas tecnologías pueden favorecer contenidos y cursos que faciliten la atención y concentración, mientras que entre los inconvenientes, otros profesionales afirman que su utilización es una fuente de distracción, dificultan la retención de contenidos en la memoria, facilitan el plagio o aprendizaje basados en «copys» y «pegas», disminución de la capacidad lectora, aislamiento del alumno que está pegado a la pantalla tanto para atender sus obligaciones escolares como en su tiempo de ocio…y yendo más allá incluso cuestionan que se utilicen las nuevas tecnologías por el impacto que en la salud pueden tener, tales como la radiación emitida por los dispositivos inalámbricos y fomentar la vida sedentaria.
Cuando no se utilizan de forma adecuada como soporte a la búsqueda de información y adquisición de conocimientos, pueden llegar a generar un problemas adictivos porque niños y adolescentes, en lugar de utilizar las nuevas tecnologías como soporte a sus aprendizajes, las utilizan para participar en videojuegos con sus compañeros con todos los problemas que ello conlleva. No solo se ve deteriorado su rendimiento académico, al que desatienden por estar abstraídos en los videojuegos sino que limitan sus posibilidades de participar en otros juegos que impliquen el contacto directo y al aire libre con sus amigos. Además las discusiones y conflictos familiares aumentan porque los padres no saben qué pueden hacer para que sus hijos no pasen la mayor parte del tiempo jugando y que no les mientan sobre la cantidad de tiempo que dedican a estar jugando on line con sus compañeros. Asimismo, se puede llegar a experimentar situaciones de gran tensión porque si los padres cuestionan, interrumpen o impiden a sus hijos que utilicen sus Ipads o tables para jugar, se sienten irritados, ansiosos o agresivos ante lo que podemos denominar un verdadero síndrome de abstinencia.
Pensamos la digitalización en el aula puede ser beneficiosa o perjudicial en función de las directrices que se usen para sus implantación. Las redes sociales y contenidos digitales representan otra forma de comunicación extendida en jóvenes y adultos, que en las áreas académicas o laborales, el manejo de las nuevas tecnologías ya se ha hecho indispensable, que podemos acceder a través del mundo digital a información que de otra forma era difícil conseguir – casi prácticamente en tiempo real – … PERO no debemos olvidar que como todo, depende del uso que cada centro educativo, familia o alumno esté haga de las nuevas tecnologías.
La nuevas tecnologías se han de emplear para favorecer los procesos de búsqueda de la información, selección y análisis por parte de todos los miembros implicados en la educación (sociedad, docentes, padres y alumnos) con la finalidad de crear aulas en los que el aprendizaje también se base en la experiencia directa con la realidad y no solo con se ve en las pantallas, favoreciendo el contacto directo y actividades que impliquen la relación con los demás… Es necesario que el proceso de aprendizaje sea una experiencia que aglutine las aportaciones de las nuevas tecnologías junto con la curiosidad e interés por investigar y adquirir conocimientos de forma activa sin que nos proporcionen todo hecho desde un mundo digital. Por tanto, es necesario buscar un equilibrio entre las nuevas tecnologías dentro de actividades que nos acerquen al mundo real y no solo el virtual.
Por último, no menos importante es destacar el hecho de que en la mayoría de las ocasiones, se han implantado las tecnologías en el aula sin haber realizado una formación y prevención adecuadas que incluyan a todos los miembros implicados en el proceso educativo: alumnos, padres y profesores, sin olvidar otras personas y elementos de la sociedad que también contribuyen, de forma directa o indirecta, en el desarrollo y educación de nuestros hijos: medios de comunicación, médicos o pediatras, publicidad, empresas de videojuegos, etc,. De esa forma, podremos evitar los problemas relacionados con utilización de las nuevas tecnologías porque, pese a vivir en un mundo tecnológico, consideramos que no se han tenido en consideración los riesgos que pueden entrañar. Simplemente se han implantado sin más y estamos sufriendo sus efectos nocivos en aulas y hogares.
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