La adicción al sexo es un problema psicológico que hace, que las personas «enganchadas» , tengan su conducta sexual fuera de control.
La adicción al sexo hace que los comportamientos sexuales sean persistentes y repetitivos. Las personas «enganchadas » al sexo necesitan, cada vez con mayor frecuencia, incrementa el número y/o dinero invertido en actividades y prácticas sexuales. Por este motivo, dedican cada vez más tiempo en pensar o llevar a cabo sus usos sexuales y, no pueden dejar de hacerlo. Pese a intentar evitar o detener su conducta sexual, no lo consiguen. Es más, se sienten intranquilos o irritables y aumenta su tensión y ansiedad si no pueden llevar a cabo la conducta sexual.
Sin embargo, pocas veces se entiende que se puede padecer este trastorno psicológico – la adicción al sexo- porque, la gran mayoría de personas, consideran que es un vicio y no una enfermedad.
Por otra parte, es una creencia muy extendida el considerar que las personas adictas al sexo se lo pasan fenomenal y que disfrutan muchísimo. Nada más lejos de realidad porque, en estos casos, el sexo se lleva a cabo porque se ha convertido en una conducta adictiva y se realiza porque no pueden refrenarse, pese a los graves problemas que se están generando:
– Cambios bruscos de humor relacionados con la actividad sexual (depresión, euforia, etc.)
– Fracasos repetidos para controlar sus prácticas sexuales.
– Conducta sexual inapropiada, con graves consecuencias de todo tipo.
– Interferencia negativa en las actividades sociales, familiares, ocupacionales, de ocio…
La adicción al sexo es difícil de entender, sobre todo, si se tiene pareja y puede acarrear problemas médicos y legales. Es necesario llevar a cabo un tratamiento psicológico especializado para poder volver a llevar una vida sexual sana.
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